Ha sido un mes muy especial... mes de la Pandemia, del aislamiento y del Hambre desenfrenada.

Agradecemos a las personas e instituciones que se unieron para ayudar en este tiempo de escasez, a través de su donación en dinero y en especie.

Hemos debido CERRAR jardines, comedores, aulas de refuerzo y coros infantiles. Los coros son los que han podido funcionar virtualmente. En las aulas de refuerzo, los profes han aportado en algo a algunas tareas pendientes de los niños. A nivel de alimentación se ha hecho gran campaña y muchos alimentos han llegado a familias beneficiarias de los diferentes proyectos de la Fundación, tanto en Alpes y Recuerdo (Ciudad Bolívar) como en los barrios de Rafael Uribe Uribe y Usme donde estamos presentes.

Desafiando las tormentas de la vida y de la pandemia, nos animamos a hacer el ALMUERZO para los habitantes de calle. Y lo hicimos en dos momentos, el día Jueves Santo y el domingo del Buen Pastor. En total hicimos 400 almuerzos, muy buenos y consistentes. Gracias a las voluntarias y voluntarios que se animaron a prepararlo y a repartirlo en dos de nuestros comedores y en las calles de este sur bogotano. Encontrar a los habitantes: una experiencia profundamente dolorosa... llamados a atenderlos pero difícil conseguir los recursos para hacerlo.

"Un grano no hace el granero pero ayuda al compañero"